"Si sabes esperar, la gente se olvidará de la cámara y entonces su alma saldrá a la luz" (Steve McCurry)

Al contrario de lo que su nombre podría sugerir, este blog habla de una idea que tuve y que poco a poco fue saliendo de mi cabeza para convertirse en novela. Publicada por Algón Editores (colección "Añil")

jueves, 29 de marzo de 2012

Sinopsis

Aunque ya os he adelantado un poco en otras entradas la trama de la novela, quería compartir con vosotros la sinopsis "oficial" (o tal vez estaría mejor dicho: provisional) que he preparado. No soy muy buena resumiendo ni concretando el asunto principal de ninguna historia, por eso tengo que agradecerles a Serendipy, Pablo Vergara y Sarah Degel los consejos sobre este pequeño párrafo:

¿Qué pasaría si un día fotografiaras algo que no debieras? Algo tan simple como salir a fotografiar la lluvia o a personas anónimas que desprenden algún tipo de fotogenia, para exponerlas en un mural, puede cambiar tu vida. Ésta es la historia de una aficionada a la fotografía que solo pretendía ser observadora anónima y mirar el mundo a través del visor de su cámara, pero a la que una serie de acontecimientos le muestra que no siempre se puede pasar desapercibido ni asomarse al mundo sin dejar huella y sin que el mundo deje huella en ti.

Y a los demás ¿qué os parece? ¿Os incita a querer leer la novela?

martes, 27 de marzo de 2012

Presentada a concurso... una vez

Cuando empecé a escribir la novela no me planteé qué iba a hacer realmente con ella, lo que pretendía, sobre todo, era volver a coger el hábito de la escritura y de la inspiración, después de mucho tiempo de sequía. No sabía muy bien por dónde iba a terminar aquel proyecto, quería escribir y escribir y ser capaz de volver a crear algo "coherente", iniciarlo y terminarlo. Tras concluir la primera versión, y en parte decepcionada por el resultado, decidí dejar aparcada la historia, descansar de ella, para poder ser capaz de retomarla un poco más adelante y mejorarla. Sin embargo, los personajes bullían en mi interior, se removían sin parar y no podía sacarlos de mi cabeza. No tardé mucho en volver a coger el archivo, aunque había comenzado otra historia diferente (ahora un poco estancada), y cuando llegaba al final definitivo, me enteré de que la editorial Alfaguara organizaba un concurso. Así que me dije "¿y si la mando?". Aún no estaba terminada, pero pensé que podía ser la excusa perfecta para hacer algo con aquella historia que me estaba obsesionando, tal vez un primer paso hacia alguna parte. 

Hace años, también me planteé enviar una novela que había escrito a diferentes editoriales, pero no me decidía del todo a hacerlo y al final desistí, supongo que en el fondo no creía demasiado en aquella historia, o quizás no creía en mí. Fue la única vez, en todos los años que llevaba escribiendo, que me planteé más en serio hacer algo con aquellos folios manuscritos. Pero ha sido ahora cuando realmente he creído en mi proyecto lo suficiente como para apostar por él. Y el hecho de enviarlo a un concurso simplemente era la excusa para empujarme a mí misma y lanzarme a la aventura. Sabía que no tenía muchas posibilidades, por no decir ninguna, de ganar el premio gordo, pero sabía que debía intentarlo. 

Hoy se ha fallado el premio, y por supuesto "Fotografiar la lluvia" no ha sido la afortunada ganadora, cosa que ya esperaba. Sin embargo, no me arrepiento de haber participado, tal vez si no lo hubiera hecho tan solo habría registrado la novela y después ésta se habría quedado guardada en un CD. Pero apostar por ella de esta forma ha sido un trampolín o, mejor dicho, una cama elástica que me hace llegar cada vez más alto.

No sé si la presentaré a más concursos o si, simplemente, comenzaré a enviarla a editoriales, mientras la sigo promocionando en este blog. Lo que sí sé es que sigo creyendo en ella, y eso hace que, a su vez, también crea en mí.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Los personajes a través de sus cualidades


Supongo que os gustaría que os empezara a hablar de los personajes que forman parte de la historia, y sería lo justo, pero la verdad es que de momento me resisto un poco a desvelar sus nombres y sus respectivos papeles en la trama. Así que he pensado que voy a andarme un poquito por las ramas, y en vez de concretar quiénes son, voy a hablar de las cualidades, ya sean buenas o malas, para que os vayáis haciendo una idea de cómo son, aunque esto no quiere decir que cada cualidad pertenezca a un personaje en concreto.

SOLEDAD

Tal vez hayáis intuido, por lo que he ido contando en otras entradas, que la señora soledad juega un papel bastante importante en la historia. Fiel compañera y consejera, la soledad rodea cada rincón de la ciudad, colándose por las rendijas de cada acontecimiento. Soledad buscada o soledad obligada, el caso es que es ella quien realmente une a algunos de los personajes.

Si es así como tratas a la gente, no me extraña que estés tan sola

FOTOGENIA

Es la que hilará alguna de las historias y provocará encuentros y desencuentros. Es la principal culpable de que la vida de la protagonista cambie, y, sobre todo, es la que llenará ese mural que se va forjando a lo largo de la novela.

Tras observar tranquilamente las fotos, se había dado cuenta de que el chico rubio prácticamente pasaba desapercibido para la cámara, el moreno, sin embargo, desprendía algo en cada instantánea, no era luz, era una belleza peculiar, algo que sólo su objetivo podía captar y que quizás ante el ojo humano no era perceptible

PROMISCUIDAD

Puede sonar a tópico, o que os induzca a pensar "claro, tiene que haber el típico personaje promiscuo que juegue con los sentimientos de los demás". No es realmente así lo que sucede. La promiscuidad puede ser una huida de lo que se teme, un desahogo para escapar de la soledad o simplemente un juego para tratar de aparentar ser lo que todos esperan que seas. También, por supuesto, puede ser una herida abierta o un dolor por causar.

Te puedes tirar a todas las grupis que quieras e irte con ellas hasta la hora que te dé la gana, pero estoy harto de que eso afecte al grupo

INSATISFACCIÓN

Quizás estrechamente ligada a la soledad, y no tiene por qué ser el hecho de no tener a nadie alrededor. Se puede estar rodeado de amigos, y aún así sentirse terriblemente insatisfecho con la vida. En este caso, la insatisfacción forma parte de ese sentimiento de vacío, de que nada en la vida te llena, de esa terrible sensación de que cualquier nuevo suceso en seguida se convierte en rutina. Insatisfacción por no poder sentirse realizado. La soledad puede unir y la insatisfacción separar.

Estoy harto de la vida que llevo -afirmó- El problema no eras tú, ni lo es ahora ella, sino que soy yo, la mierda de rutina que he cogido -Suspiró- Pero ni siquiera soy capaz de cambiarlo.

MALDAD

Es algo que ya en el segundo capítulo empieza a hacerse, lentamente, un hueco en la trama. Es la maldad entendida como carencia de bondad, como ganas de hacer daño, el no permitir que nada ni nadie cuestione tu persona y estar dispuesto a todo con tal de demostrar que eres superior. Quizás todos tenemos un lado oscuro provisto de maldad, pero no todos lo sacan a relucir casi en todas las facetas de su vida.

Ahora se acordó de aquella cara de pánico y tuvo ganas de echarse a reír. Le encantaba provocar miedo, y la zorra aquella casi se había meado encima

MELANCOLÍA

Añoranza del pasado, sea bueno o malo. Recuerdos intermitentes de las personas que nos han marcado, para bien o para mal. La melancolía aparece y desaparece en la trama, jugando con los personajes, haciéndoles vulnerables, y mostrando por qué son como son.

Con el tiempo llegué a comprenderlo, pero no era eso lo que me hizo daño, sino el preguntarme por qué no merecía que lucharas por mí

RENCOR

Cuando alguien hace daño, sea adrede o no, y el afectado es incapaz de perdonar por el daño que le han causado. En la historia, el rencor se respira por diversos frentes, en mayor o menor medida, y a veces condiciona los acontecimientos. El rencor y la maldad son los encargados de crear esa tensión que da ritmo a la trama.

Aún me guarda rencor por aquello, y me jode, porque en el fondo le hice un favor

EGOCENTRISMO

El ego desmesurado es un mal compañero de viaje, y ser incapaz de reconocer que nos maneja constantemente, un mal augurio.

Tú solo eres la pobre víctima pasiva que nos echa toda la mierda encima, y lo peor es que ni siquiera te importa

Un gran problema del egocentrismo es que a veces, sin darnos cuenta, deriva en ENVIDIA, y mala...

¿Envidia? -a continuación soltó una sarcástica carcajada- No me hagas reír, por favor... ¿Envidia de ti?

SENTIMENTALISMO

Porque no todas tienen que ser malas cualidades, el sentimentalismo es el que, al final, tratará de salvar las situaciones y suavizarlas, aunque no siempre lo conseguirá. Los sentimientos más fuertes y poderosos no tienen por qué encontrarse solo en el amor entendido como algo romántico, también puede tratarse de amistad y fidelidad, y aunque suene en primera instancia a debilidad, el sentimentalismo es lo que a veces puede abrirnos los ojos.

Sólo te he preguntado si creías que soy mala persona, no te he pedido una charla

Y a grandes rasgos, éstas son las cualidades que definen al conjunto de personajes que se pasean por la novela, lo que no quiere decir que sean las únicas... 

lunes, 19 de marzo de 2012

La parte onírica

El mundo de los sueños a veces sirve para dar a conocer un poco más de lo que piensan los personajes o de situaciones que no se detallan en la historia; a veces, también, para incluir sucesos del pasado, o tal vez para crear confusión...

Cuando se vio paseando por entre las calles de color grisáceo, con toda aquella gente alrededor que se desdibujaba cuando la miraba, cuando se notó rara, con las piernas muy pesadas al caminar, supo enseguida que estaba soñando

En Fotografiar la lluvia a veces esos sueños crean un cambio de ritmo en la trama necesario para mantener la expectación en lo que está afrontando la protagonista.

Tenía una extraña sensación de angustia. Aquella gente le aterrorizaba, aunque apenas le prestaran atención. Sentía algo amenazante sobre ella, no sabía determinar muy bien el qué. Y constantemente miraba a su alrededor, buscando alguna señal que le indicará qué debía temer, qué era lo que le angustiaba [...] Y de pronto allí estaba él, a unos metros, plantado frente a ella, mirándola. Su corazón pegó un vuelco. Intentó tranquilizarse porque sabía que era un sueño, pero no podía evitar sentir aquel miedo

No voy a desvelar muchos trozos de sueños porque he tratado de jugar un poco con sueño y realidad, mezclando, confundiendo, haciendo que el mundo onírico sea también personaje en la historia, desvelando datos que de otro modo el lector no conocería. 

Aún no podía comprender muy bien aquello que le decía, pero con tan sólo mirarle a los ojos le bastaba. Unas pequeñas bolsas comenzaban a hacer mella bajo sus párpados, más adelante se convertirían en unas profundas ojeras, pero ella aún lo recordaba así, con ojos brillantes y sonrisa serena, hablándole en susurros como si temiera que alguien más pudiera escucharle

No he podido evitar usar los sueños para jugar con los personajes. Aunque tampoco deis por sentado que cualquier acontecimiento trepidante forma parte de un sueño...

Se despertó en el sofá, estaba amaneciendo y tenía un ligero sabor metálico en la boca, así que trató de levantarse para ir a por un vaso de agua, entonces se dio cuenta de que le dolía todo el cuerpo, e instantáneamente, acudieron a su mente un montón de imágenes de forma atropellada. Su corazón se aceleró. Se llevó las manos a la cara mientras se quejaba, esperaba que aquello sólo hubiera sido un mal sueño, pero los recuerdos eran demasiado reales, y más aún el dolor.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Dos versiones de ¿una misma historia?

Como ya comenté en un post anterior, la novela tiene dos versiones. La primera es fruto de la precipitación y un montón de ideas poco hiladas, mi intención era escribir acerca de las relaciones personales y más o menos sentimentales de los personajes, tratando de crear a veces cierta tensión entre ellos, pero no lo conseguí. Supongo que la historia se quedó en un quiero y no puedo, y es que soy muy mala psicóloga y no supe ahondar en las emociones, pensamientos, reflexiones y diálogos como pretendía. Aunque a la hora de escribir Fin me sentí bastante realizada, sobre todo por haber sido capaz de concluir una novela después de varios años de sequía literaria, había algo que no me terminaba de convencer. La cuestión era que faltaba algo que aportara ritmo a la historia, que enganchara, que diera algo de sentido.

Solo una persona se ha leído esa primera versión, y cuando la terminó me dijo, literalmente, "me falta un qué". A lo que se refería es a que no pasaba nada en especial, supongo que esperaba que sucediera algo diferente, algo que le llamara la atención, algo que le animara a continuar leyendo.

Reconozco que me desanimé bastante, pero no pude ni quise tirar la toalla, estaba demasiado enganchada a los personajes como para abandonar la novela sin darle una segunda oportunidad. Busqué un qué que me convenciera, pero era complicado y a priori no se me ocurría nada que mereciera la pena.

Y entonces vi este vídeo...


Y tuve una idea... no os voy a desvelar cuál es (al menos, de momento)... Pero con esa idea escribí un capítulo, y me gustó tanto el resultado que sin dudarlo decidí reescribir la historia. He de reconocer que no solo el vídeo sino también la letra de la canción fueron bastante significativos en aquellos días.

Para la segunda parte utilicé capítulos y trozos de la primera versión, pero la historia en sí dio un giro de 180 grados. Para empezar, introduje tres personajes nuevos que daban un ritmo diferente a la narración y que aportaban ese algo que faltaba, sobre todo uno en concreto que es el que provoca que la vida de la protagonista se desbarate de repente.

"Decidió guardar la cámara, y mientras lo hacía, de pronto se sintió observada. A lo lejos, dentro del parque, un chico la miraba sin tan siquiera disimular, estaba serio, y clavaba sus ojos sobre ella, con los brazos a ambos lados del cuerpo, sin moverse, de frente, como si se hubiera quedado congelado. Su corazón se aceleró de pronto, aquel tipo le daba muy mala espina"

Gracias a estos nuevos secundarios, además, se conoce un poquito más a la protagonista, así que fue una buena oportunidad para romper ese hermetismo con el que construí el personaje.

"Ella le obedeció, y pudo contemplar a través del cristal de la ventana todas aquellas gotas resbalar lentamente. Después le miró de nuevo a él mientras sonreía. Ahora veía las sombras que la lluvia producía en su cara y eso le gustó, le transmitía mucha paz"

Cuando escribí el segundo Fin de la novela, supe que era el definitivo. Aunque no descarto la mejora de algunas partes y sobre todo correcciones gramaticales, errores que se me hayan podido pasar por alto (porque seguro que los hay), sé que la historia en sí ya no va a cambiar. Por supuesto, agradezco las críticas constructivas, de hecho ya he tenido alguna, y espero que haya más en el futuro, puesto que eso querrá decir que podré sacar este proyecto adelante...

viernes, 9 de marzo de 2012

Madrid

Supongo que es normal escribir sobre la ciudad que más conoces y que es probablemente aquella en la que has nacido,  o donde te has criado, o, en fin, sobre la que quieres hablar. Es lo que me pasa con Madrid, que fue donde nací y es la ciudad que más conozco, por eso suele ser el centro de mis relatos, en mayor o menor medida, y en Fotografiar la lluvia, en concreto, a veces cobra vida propia para obtener su protagonismo. Creo que es la vez que más me he esforzado por recorrer mentalmente sus calles, tal vez porque ahora la recuerdo en la distancia y la añoro como a una persona a la que una vez se quiso y se fue inesperadamente de tu lado. De hecho, el tener que recrearla en mi cabeza para que la protagonista de la obra pudiera recorrerla hizo crecer en mí esa melancolía y me hizo añorarla aún más. Pero precisamente también por esto he querido vivirla a través de los ojos del personaje, y fotografiarla para que su recuerdo no se borrara.

"Caminó a lo largo de la calle Huertas hacia arriba, mientras contemplaba las fachadas de los edificios por donde iba pasando, y llegó hasta la Plaza de Santa Ana, allí observó a su alrededor. Sacó la cámara del bolso y empezó a enfocar elementos inertes de la plaza: la estatua de Calderón de la Barca y la de Federico García Lorca, la blanca fachada del Teatro Español, los antiguos pórticos de algunas de las cervecerías... [...] Decidió bajar por la calle del Príncipe hasta llegar a la calle Sevilla y después a Alcalá. Toda aquella avenida estaba repleta de arte y a veces se sentía saturada de emociones que le llevaban a querer retratar cada rincón, cada piedra, cada baldosa."

He de reconocer que me he ayudado de mapas que he encontrado por internet para guiar a la protagonista a través de las calles, de otro modo mi mala memoria me habría jugado malas pasadas...

La calle León

No es una calle especial, pero durante varios años estuve trabajando cerca de allí, así que, en mi empeño por situar el "epicentro" de la historia en pleno centro de Madrid, se me ocurrió crear un pequeño apartamento en esta calle del barrio de las Cortes. Y allí coloqué a la protagonista y a su pequeño mundo. Es en la calle León donde comienza todo: la historia, el paseo, la fotografía...

"Sabía dónde podía encontrarla, sabía perfectamente por dónde se movía, incluso sabía dónde vivía; por eso la esperaba aquella tarde, escondido tras una esquina entre las calles León y Huertas, esperando a que ella saliera de aquel portal"

El barrio de las Letras, Sol, Chueca, El Retiro, Gran Vía...

Son zonas muy conocidas de la capital y en donde se desarrolla la mayor parte de la historia. Cada zona del casco urbano tiene su propio protagonismo, encerrando algún tipo de situación crucial o simplemente marcando un punto de situación para tratar de hacer más creíble el relato. 

"Aún no había anochecido pero mucha gente comenzaba a abandonar el parque del Retiro, empezaba a refrescar; no había entrado del todo la primavera, y era el momento de recogerse y volver a casa. No para ella. De pie frente al lago, observaba a su alrededor con curiosidad, buscando algo que le llamara especialmente la atención, por pequeño que fuera".

Creo que escribir sobre estos lugares emblemáticos ha hecho que la narración fuera mucho más visual para mí. Primero imaginaba las escenas, los lugares, la ambientación, y a continuación desarrollaba los acontecimientos, como si estuviera escribiendo el guión de una película. Tenía imágenes sueltas, fotogramas que poco a poco tenía que ir hilando para que el relato tuviera sentido. Y la película fue creciendo y tomando forma a medida que el paseo por Madrid se iba alargando.

Creo que fue la excusa perfecta para trazar un recorrido personal y volver, aunque fuera con recuerdos, a pasear por sus calles. 

martes, 6 de marzo de 2012

"Rain"

Hilando el tema de los dos post anteriores, la lluvia y la música han ido prácticamente cogidas de la mano en muchas de las partes de la novela, o al menos en los momentos en los que buscaba inspiración. Sobra decir que siempre me han gustado las canciones que hablan sobre la lluvia, o mejor dicho: muchas de ellas me apasionan; y algunas en mayor o menor medida me han influido a la hora de escribir algunos de mis relatos. No sé muy bien cómo explicar el modo como ciertas frases sacadas de algunas de estas canciones me han dicho tanto en tan pocas palabras. Así, a lo largo de estos años ha sido inevitable que la lluvia fuera un elemento tan presente en mi inspiración.

La canción que me inventé para la historia también menciona la lluvia. Algunos me habéis pedido que incluya la letra en alguna entrada. La verdad es que me encantaría haber sido capaz incluso de añadirle algo de música para que fuera más real, para que no se quedara simple y llanamente en unos párrafos. Tal vez más adelante me anime a descubriros esa canción, o esa letra, pero de momento me la reservo.

Lo que sí me gustaría enseñaros es una canción "real" que descubrí cuando estaba prácticamente terminando la novela, y que me influyó mucho a la hora de escribir el último capítulo. De hecho, y aunque no utilicé en absoluto ninguna parte de la letra para el epílogo, creo que en cierto modo suplió la ausencia de música y composición de mi propia canción inventada, que es la que realmente entra en juego en dicha parte. No tienen nada que ver la una con la otra, pero el sentimiento que me transmiten ambas es muy parecido; y gracias a eso, escribí el epílogo de un tirón, casi sin pestañear. Se suponía que iba a hacer varios epílogos y luego elegir el que más me convenciera, pero al final solo hubo uno, y fue definitivo desde el principio.

La canción de la que os hablo se titula Rain y es de un grupo leonés llamado The Bright. Os incluyo el enlace para que podáis escucharla (y cuento con su consentimiento) No sé si os calará tan hondo como a mí, pero al menos ya sabéis una de las canciones que formarían parte de la banda sonora de Fotografiar la lluvia, y que sería la que cerraría el disco (o tal vez lo haría la mía si fuera grabada...)


Hold you, kiss you
Miss you, please stay
Find you in my grey place
When the rain comes again


sábado, 3 de marzo de 2012

Que no falte la música

Banda sonora

No hay historia que  haya escrito que no tenga su propia banda sonora, a pequeña o gran escala, es decir, al menos una canción que me la recuerde. Hay relatos con una sola canción, y hay otros en los que podría grabar un cede completo con canciones que me han inspirado mientras los escribía. Alguna vez lo he hecho, me refiero a grabar un disco con la "banda sonora", lo hice con la primera novela completa y más o menos "madura" que escribí, hace ya como diez años, y lo he vuelto a hacer con Fotografiar la lluvia. Siempre he pensado que me encantaría poder publicar una historia con su banda sonora de regalo, el problema, como siempre: derechos de autor, discográficas...

Al igual que hay relatos que solo han tenido una canción, y otros en los que me he servido de multitud de piezas que me han transmitido algo, ha habido obras en las que podría poner la música un solo grupo o artista, o un solo disco. En general, suelo escuchar diversos grupos y nunca me pongo música al azar, quiero decir que mientras escribo no puedo escuchar "cualquier canción", tiene que ser aquella que ya me esté transmitiendo algo, que me recuerde a la historia de algún modo, o que la letra tenga algo que ver; de otro modo, me distraería.

Fotografiar la lluvia es de esas historias que, aun con influencia de variedad de canciones, han contado con un solo grupo/artista principal al que en un universo paralelo e hipotético podría acudir para que me reescribiera canciones acordes al relato. No voy a decir cuál es el grupo/artista, me lo guardo para mí, en parte porque es algo relativamente sentimental y en parte porque, si quisiérais/pudiérais leer la historia, me gustaría que cada unx de vosotrxs ponga la banda sonora que más le guste. Yo no quiero marcar qué hay que escuchar, porque considero que a cada persona le transmite un tipo de música, un tipo de voz, una letra... Canciones que para mí son un mundo de sentimientos o una marea de sensaciones e imágenes, a lo mejor a vosotrxs no os dicen nada. Así que no quiero influir en este caso (a no ser que el grupo/artista en cuestión se prestara a hacerme la  banda sonora, claro)

La música en la obra

Aparte de por inspiración, la música juega un papel importante en la novela. No se trata de una historia realmente musical, pero sí que a través de ella se da un pequeño giro rítmico a los acontecimientos, y, junto a la fotografía y la lluvia, sería tal vez el tercer elemento imprescindible, explícitamente hablando.

"Cuando las luces se apagaron, unos focos proyectaron una tenue luz roja sobre el escenario, lo cual le recordó a su habitación y le hizo sonreír. Sonaron los primeros acordes, melódicos, de teclado, y el modesto público comenzó a aplaudir para alentarles. Se fueron uniendo uno a uno el resto de instrumentos. Sonaba bien, muy bien..."

No puedo evitar reflejar mi pasión personal por la música en cada una de mis historias, aunque haya personajes que son menos musicales que otros, de hecho la protagonista de Fotografiar la lluvia no tiene esa melomanía que, sin embargo, impregna partes de la trama. 

"Se notaba que amaba la música por encima de todo. Todo lo demás daba igual".

Sin embargo, durante la historia no se nombran apenas grupos, artistas o canciones reales, salvo una excepción: una artista cuya obra es importante en la trama que gira alrededor de varios personajes secundarios. En esta ocasión, esta trama secundaria me llevó a inventar los títulos de diversas canciones, y os contaré un secreto un poco tonto: utilicé frases o palabras de algunas de las piezas que más me han inspirado a la hora de escribir la novela. Solo hay una canción cuyo título y letra están completamente inventados por mí. Una curiosidad: la letra solo aparece íntegra en la primera versión que escribí de la novela; sin embargo, en la segunda, y definitiva, solo muestro el título y el estribillo. 

"[...] la letra me salió casi sola, tan sólo me limité a pensar en ti y las palabras fueron brotando".

¡Exacto! Eso fue precisamente lo que hice...

viernes, 2 de marzo de 2012

La lluvia

Se trata de otro elemento importante en la novela, y, al igual que sucede con el término "fotografía", como ya os comenté en la anterior entrada, no está puesto al azar en el título. La lluvia, entendida como suceso meteorológico, como "acción de llover", como gotas de agua que caen de las nubes, se pasea a lo largo de la historia y campa a sus anchas una y otra vez, creando estampas dignas de ser fotografiadas y situaciones cargadas de sentimientos.

"Cada vez que miro la lluvia me acuerdo de ti..."

Esta frase se repite varias veces a lo largo de la novela, pero ¿quién o quiénes la pronuncian? Y ¿por qué? ¿Qué significa la lluvia? ¿De quién se acuerda/n? 

Comienza a llover ya desde el principio de la historia, y en cierto modo no parará, de forma real o metafórica, hasta que se llega al final.

"El apartamento estaba completamente en silencio y podía escucharse un lejano ruido, una especie de picoteo, era la lluvia que golpeaba la ventana, con suavidad, dejando pequeñas gotas impregnadas en el cristal [...] abrió la ventana, y cámara en mano, empezó a fotografiar lo que se veía a través de ella: los edificios grises y mojados, el cielo encapotado y renegrido, las calles resbaladizas, las farolas encendidas, cuya luz reflejaba el caer de la lluvia. Bajó la cámara y observó toda aquella magnitud..."

No sé si en cierto modo os preguntaréis si mi nombre ha influido a la hora de introducir este elemento en la trama, y la respuesta es: sí, por supuesto. Porque tampoco es un nombre elegido al azar. Siempre me ha gustado la lluvia: observarla, analizarla, escucharla... Es una metáfora que me ha acompañado a lo largo de la vida, y, de hecho, suelen gustarme mucho las canciones que hablan sobre ella, salvo algunas excepciones. Me gusta cuando llueve, me gusta mojarme, me gustan las tormentas... Por eso he disfrutado creando un mundo personal alrededor de este término, como elemento y como nombre. 

No sé si he logrado despertar vuestro interés...

"La observó con atención y curiosidad, sonriéndole como si pudiera verla, contempló su rostro, tan sosegado y con una dulce expresión de satisfacción, y aquellos reflejos bailando sobre su piel, las gotas resbalando como si la lluvia cayera transformada en extrañas sombras dentro de la habitación".

Si os gusta la lluvia tanto como a mí, espero no defraudaros.