"Si sabes esperar, la gente se olvidará de la cámara y entonces su alma saldrá a la luz" (Steve McCurry)

Al contrario de lo que su nombre podría sugerir, este blog habla de una idea que tuve y que poco a poco fue saliendo de mi cabeza para convertirse en novela. Publicada por Algón Editores (colección "Añil")

miércoles, 29 de agosto de 2012

¿Libro impreso vs. libro digital?

Cuando me planteé en serio la posibilidad de intentar publicar mi novela, lo primero que acudió a mi cabeza fue la duda sobre si luchar por que alguna editorial me lo editara físicamente o tomar la vía de la digitalización. Sinceramente, creo que descarté inicialmente la publicación digital por dos motivos, el primero porque me puede la ilusión de ver algo escrito por mí publicado físicamente: un libro que se pueda tocar, oler, ojear... y que ponga mi nombre, el título que yo le he dado, que sea, en fin, mi creación. No puedo llegar ni a imaginar la sensación que debe de provocar algo así, la emoción, los nervios, ese "no me lo creo". Me encantaría experimentarlo...

El segundo motivo por el que descarté la edición digital es porque temí que la novela se perdiera en el limbo de una lista de novedades que tal vez nadie lee. Con esto no quiero insinuar que nadie se fije en ellas, pero es como un temor a lo desconocido, porque hay escritores que han publicado sus obras digitalmente y están muy contentos, pero... ¿cómo hacer que se fijen en ti? ¿Cómo aumentar las ventas? ¿Cómo hacer para que el título de tu novela destaque y provoque que alguien pinche en el botón de "Comprar"? ¿Qué hay que hacer para marcar esa diferencia? 

Creo sinceramente que uno de los mayores problemas de los libros digitales es que en este país no han sabido promocionar este avance como toca. Para empezar, el hecho de que muchos de esos libros cuesten prácticamente lo mismo que su edición impresa de bolsillo es casi insultante. Ahorras en papel, en diseño, en impresión, en horas de trabajo... ¿y lo cobras al mismo precio? La gente no va a pasar por el aro con esto, y lo que ha provocado, a mi parecer, es que se haya creado la cultura del "todo gratis" como ya pasó con la música y el cine. Porque sientes que te están timando descaradamente con el precio de un CD, de una película en DVD, de un libro... Al menos, un CD puedes pensar que lo vas a escuchar una y otra vez hasta rallarlo si hace falta, pero una película o un libro la mayoría de las veces se ve o lee una sola vez, por lo que mucha gente no está dispuesta a pagar un precio tan elevado. 

A pesar de esto, parece que la venta de ebooks ha aumentado, y es que la gente se ha dado cuenta de las enormes ventajas que tienen. Vale, no es lo mismo la magia que te proporciona un libro impreso que la frialdad de una máquina que puede almacenar miles de obras. Pero la comodidad a nivel espacial y también de utilidad es muy valorable. Yo tengo un ebook y estoy encantada con él, aunque por supuesto no rechazo el encanto de un libro de papel. 

No quiero entrar en debates sobre las ventajas y desventajas del libro electrónico, ni de si son mejores o peores que una obra impresa, porque la verdad es que estoy a favor de ambos formatos. 

Volviendo al tema de mi novela, hace poco una amiga me aconsejó que la editara digitalmente, que la vendiera a través de mi blog o en alguna web dedicada a ello. Me habló de un amigo suyo que lo había hecho y le había ido muy  bien. Y no sé por qué, pero el plantearme esta posibilidad me daba algo de angustia, porque significaría no tener mi propio libro entre mis manos, con su portada y nombre en ella, aparte de que creo que el hecho de no tener tantísimos contactos como parece tener su amigo también juega en mi contra. Hoy en día parece que no eres nadie si no tienes enchufe o una buena lista de contactos que te voten o que pinchen en el "me gusta" de Facebook. Así que de momento creo que voy a seguir insistiendo con lo del tema de las editoriales, y si no obtengo buenos resultados, como último recurso tal vez recurra a la edición digital; y digo "tal vez" porque aún me niego a no ver mi novela en una librería...

Además, Fotografiar la lluvia aún está pendiente de una respuesta definitiva de una editorial en concreto, así que no pierdo la esperanza.

¿Vosotros qué opináis sobre esto? ¿Pensáis que tratar de publicar "físicamente" es una lucha perdida, que el futuro es la edición digital?